top of page

Long Covid-19:Un canto a la resiliencia frente a la mendacidad.

Actualizado: 11 may 2022



Decían que era una gripe pero no he conocido ninguna gripe que dure 595 días.

Decían que sólo era dolor de cabeza, tos y fiebre pero no es sólo eso sino que además ese ‘sólo’ no ha terminado.


Me llamo Isabelle; mujer, madre de un adolescente, con alma de guerrillera cuando se trata de combatir lo injusto y con una casita de huéspedes por corazón.

La vida es maravillosa pero tiene curvas y, cuando vienen, hay que coger la postura de las mismas para poder seguir conduciendo y no morir en el intento.


En eso estoy desde el 11 de marzo de 2020, cuando empecé a enfermar de Covid-19. He dicho empecé, sí, porque aún sigo enferma. La enfermedad, invisible para el resto, sigue estando presente a lo largo de estos 19 meses.


Mi vida se ha convertido en una lenta pero incesante batalla por la salud.


He tenido tiempo- un año y medio-para aprender a aceptar que no soy esa Isabelle que era antes del día de autos; sólo así mi cabeza puede seguir estando encima de los hombros y no bajo mis pies.


Sigo siendo yo, naturalmente, pero de diferente forma. Otra versión de mí.


Ahora mis pilas son de ‘Todo a cien’ y no alcalinas; me despierto y soy como el teléfono móvil sino lo has cargado, con la diferencia de que tengo que aguantar con esa batería hasta el final del día sin poder recargarla con nada.


Long Covid-19. Síntomas y elecciones


Eso y esa tremenda resaca tequilera que me acompaña hasta el cuarto de baño y que continúa hasta horas después del desayuno. ¡Ay qué jod….! Resaca sin fiesta ni mariachi. Esto no me lo dijeron. Ni a mí ni a nadie. Era sólo un catarro fuerte. ¡Maldito ‘sólo’! ¿A alguna de vosotras se le ha caído el pelo a mechones en la ducha con un catarro fuerte? ¿A alguno de vosotros os salen manchas cutáneas con un catarro fuerte? ¿A quién se le hincha el abdomen cuando está acatarrada/o?

Ni embarazada de siete meses mi vientre tuvo un aspecto similar. Y mi hijo es un Thor versión morena, todo sea dicho de paso.


Mi vida ha cambiado


Es difícil explicar cómo es vivir con ‘Long’ Covid-19 sobre todo cuando nadie ha dicho que ésto no era solamente vivir o morir.


Es mucho más complicado que alguien comprenda que sobrevivir a una infección de Sars-Cov-2 no significa volver a tu ritmo vital anterior como si nada.


El virus se queda contigo, escondido, acantonado y no recuperas esa normalidad previa porque su replicación cronifica la enfermedad y los síntomas sufridos en la infección aguda persisten.


Ahora, cada día, viene marcado por las elecciones. Lo que puedo y no puedo hacer porque todo no lo puedo hacer y menos a la vez.


Terminar algo produce una sensación de logro que alimenta el espíritu aunque consuma una energía que no tengo.


Es como la pescadilla que se muerde la cola.


Aprender a dosificar la energía para llegar hasta el final del día ha sido un aprendizaje forzoso y costoso.


Long Covid es un canto a la resiliencia frente a la mendacidad.

7 visualizaciones0 comentarios
bottom of page